domingo, 17 de octubre de 2010

Sabores del tiempo

Transcurren tiempos dificiles para vivir. Por eso, hay gente refugiada en el pasado. Gente que no ve más allá de su propia rutina, y de su propia imagen. Creen ferreamente que para ser felices deben mirar atrás.

El pasado es un arma de doble filo. Donde las alegrías son vistas de una manera efímera. Los buenos momentos son tejidos detrás de una oscura neblina que no te deja ver el total de la realidad, y que a cada momento son más difíciles de alcanzar.

En cambio, los malos recuerdos quedan grabados a fuego en nuestra memoria y nuestro corazón. Siendo devueltos a la realidad una vez tras otra, y sintiendo cada vez el sabor amargo de los recuerdos. Perfectamente se puede paladear el sucio sabor de la tristeza.

El pasado siempre estará presente. Siempre nos acompañará donde quiera que vayamos. Pero hoy, miro directamente al presente. Para que en un futuro sólo pueda paladear el sabor nuevo de la felicidad.


Hoy no se me aparece la neblina del pasado. Hoy parece un poco menos difícil vivir

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