miércoles, 20 de enero de 2010

Posiblemente

Posiblemente no sepa escribir, también es posible que no sepa amar.

Me levanto con la sensación de que hoy voy a hacer algo que llevo necesitando desde hace tiempo. Decidido me levanto con ganas, sin nervios aparentes. Desayuno tranquilo durante 20 minutos. 2 cigarros aplauden mi forma de empezar el día, con la sonrisa maliciosa de "lentamente te estamos matando".

Me siento enfrente de la pantalla del ordenador y me pongo a escribir. Como al principio he dicho, es muy probable que no sepa escribir, pero me gusta y lo intento día a día para mejorar, para ser mejor y complacer a las personas que les gusta.


Posiblemente no sepa amar. Esto ya es algo más complicado, dado que nunca lo he hecho, y es ahora donde me estoy empezando a conocer a mi mismo. Una fuerza todavía desconocida me hace pegarme a ti y no querer separarme jamás. No se como llamarlo, si te pones científico les llamaremos "Ondas alfa", pero en realidad no se su nombre ni su composición. Simplemente deben estar y su fuerza en mayor que cualquier cosa en el mundo.

Quizá no sepa amar, pero creo que junto a ti cada día aprenderé un poco más de esto. Y poco a poco aprendiendo sobre la marcha nuestra vida será plenamente feliz.

Quizá no sepa amar, pero te amo. Y que le voy a hacer.....

miércoles, 13 de enero de 2010

Deseos de cosas imposibles




Me encanta esta canción, pero algunas frases NO.

Sueño


Hoy al soltarme de los brazos de Morfeo he tenido una rara sensación. Una sensación nunca antes vivida. Dormir para mi siempre es un trauma. Un trauma en el que mi cabeza da vueltas y vueltas sobre el mismo tema, y este es lo peor que me podría pasar en la vida.

Al despertar mis pies estaban fríos. Tenía la sensación de haber estado horas y horas caminando sobre un manto blanco. Todo a mi alrededor estaba cubierto por esa preciosa alfombra, del más puro y brillante blanco. El frío se te metía por dentro y calaba poco a poco todo tu ser, hasta llegar al alma. Aquí el frío se detenía, sólo porque tu estabas cerca.

Empecé a andar por mi habitación y a cada paso un crujido le acompañaba, y cuarenta centímetros de nieve polvo cubrían mis pies hasta la rodilla.

Necesitaba ponerme cerca de un buen fuego de chimenea, tomar una buena sopa o simplemente abrazarte. Pero ninguna de esas cosas estaban en mi mano. Y sinceramente las hecho de menos.


Retocé unos minutos más en mi cama, y mi cabeza volvió a dar vueltas sobre lo mismo. En fin no soy perfecto y este problema lo tengo que resolver yo. Nadie me puede ayudar.

Ahora miro por la ventana y veo frío y lluvia. Gente que corre a resguardarse en sus casas, pero no es lo mismo. Ni mucho menos.....