Recuerdame

La foto

Los días 4 de cada mes ahora tienen un significado especial para mí. Antes, simplemente era el día que estaba entre el 3 y el 5. Hoy por hoy son días llenos de felicidad. Porque me recuerdan a ti. Y me recuerdan porque me enamore perdidamente.

El próximo día 4. Harán 4 meses que estamos juntos. Cuatro meses en los que el destino por fin nos unió. Cuatro meses, que se me han pasado volando, y eso ha pasado porque los he pasado contigo, y por que he descubierto el significado de la palabra "amor" y "felicidad". El día 4, 4 meses, suena mágico, ¿verdad?.

En este tiempo, la tecnología nos ha ayudado a plasmar en foto la felicidad. El recuerdo de viajes o simplemente de un día en el parque va a durar para siempre.

Aunque cada segundo contigo sea especial. Si hago memoria puedo recordar todos los momentos que he pasado contigo, los considero únicos, llenos de magia. Nunca soñé algo así, y ahora sólo pretendo disfrutarlo al máximo. Que cada minuto sea especial. No hace falta esperar al día 4, cada día contigo es especial, y no cambiaría ni un segundo de ti por nada en el mundo.

Existe una foto, una foto especial para mi. Una foto que puedo pasar horas mirándola embobado. Una foto en la que aunque no salimos ninguno de los dos, para mi representa mucho. Puede que nuestro futuro este escrito en esa foto, y así lo espero.

Esta es la foto:

El fin III

Como cada día su despertado sonó a eso de las 6:23, apurar el tiempo de descanso le gustaba y más cuando tenía que madrugar tanto. El maldito despertador comenzo su sonora marchar repetitiva. Pasaron 2 minutos hasta que por fin despertó del sueño.

Sudando como todos los días desde que comenzó el verano se encaminó hacia la ducha. Cuando el agua recorría todo su cuerpo, una sensación de bienestar le llenó y notó que hoy iba a ser un buen día.

Desayuno rápido, un café con leche y un beso a su amada que todavía dormía. Un beso suave, para no despertarla, pero lleno de pasión. Era la mujer de su vida. Lo supo desde el primer momento. Se complementaban perfectamente, eran tan iguales que pronto empezaron a crear un proyecto para toda la vida.

Descendió las escaleras sonriendo, no sabía porque pero algo le decía que su día iba a ser especial. Llegó a la calle, el sol ya había salido y encauzó calle arriba para coger su coche.

Andando tranquilo y con el sol de cara, vio dos formas que se le acercaban de lejos. No llego a distinguirlos bien, pero continuó su camino sin darle mayor importancia. Siguió hacia delante. Y algo por dentro, le empezó a molestar. No sabía bien que era pero empezó a estar incómodo.

Llegó por fin a su coche. Las figuras que antes había observado habían desaparecido, no las veía. Pero no pensó en nada, sólo se concentro en abrir su coche con la llave. Se agachó para dejar su maletín en el asiento del copiloto. Cuando derrepente notó un fuerte dolor en el costado. Eran las sombras que había visto antes.

Forcejeó con ellos durante unos largos minutos, posiblemente los minutos más largos de su vida. Todo acabó con unas fuertes punzadas en el pecho. Un dolor agudo, lleno todo de silencio. Sin previo aviso, todo el escandalo que se había montado paso a ser...silencio.

Una historia real

Recuerdo cuando no era nadie, cuando sólo poseía manías que me perseguían de un lugar a otro. Cuando me levantaba y lo único que le contaba al mundo era el aburrido monólogo de mi vida. Recuerdo como el insomnio me consumía por dentro, y me consumía porque te conocí.

Te conocí hace tres años. En el hospital donde ambos trabajamos. En la habitación 354-2. Recuerdo que aquel día estaba nervioso. Era mi primer día allí, y conocerte fue un remanso de paz y de tranquilidad. Me enamoré de ti, como nunca lo había hecho de nadie, y sólo habíamos cruzado 3 frases en toda la mañana pero me marcastes a fuego el corazón.

Desde aquel día pasaron 3 años. Tres largos años en los que no encontré otra que se te pudiera comparar. No me daba por vencido, y te buscaba a la salida del turno, te perdí la pista. No sabía donde estabas, ni en que turno. Desaparecistes.

Me recorre un escalofrío. Pienso en el día en el que te volví a ver. Yo estaba sentado, en la misma silla donde me ahora me siento siempre. Tú entrastes por la puerta como un ángel. Mi corazón se aceleró y me quedé sin poder decir una palabra. Pálido, casi sin pulso te miraba absorto, en los recuerdos que hace tres años deje guardados en mi cabeza.



Hoy, ahora, escribo esta historia. Deseando que cada día junto a ti sea especial. Y deseando que todo lo que te escribo te guste.

Quiero crear el post perfecto, perfecto para ti. Muchos te han gustado (Siete petalos de rosa, Conversaciones con mi diario 3 , Estrella que me iluminas). Pero nunca es suficiente. Sabré cuando sea perfecto, porque al leerlo la piel se te erice. Y me quieras llamar, o escribir. O lanzarte a mis brazos cuando me veas. Eso me haría muy feliz.

Conversaciones con mi diario 3

Querido diario, siento haberte desatendido durante estos días, pero he tenido un pequeño problema. Un problema que comprenderas, porque sabes de mi falta de sueño producida por el insomnio. Hay radica que me haya pasado más de cinco días sin leerte, sin escribirte. Llevó cinco días soñando.

El sueño se encontraba enmarcado en un precioso paraje. Montañas verdes, como el eucalipto. Montañas que rozaban las nubes, que levemente descendían para acariciar la loma del pico en cuestión.

Un mar azul, de aguas cristalinas, un mar que rompía con fuerza contra preciosos acantilados. Todavía puedo escuchar el cincel con el que el agua modelaba la piedra. El romper de la ola y el estruendo producido hacían que pequeñas gotas de agua bañaran mi cara mientras miraba al horizonte azul.

La verdad querido diario. Todo esto que te estoy contando no valdría nada. Cinco días soñando, pero el mejor de los sueños es poder haber compartido todo con esa mujer. La mujer de la que tanto te he hablado, la mujer que me quita el sueño y por la que daría la vida. Creo que no me imagino mi vida sin ella, porque ella es mi vida.

Compartir mis cinco días soñando con ella ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Y quiero seguir soñando, quiero repetir ese sueño todos los días de mi vida. Sólo por estar con ella. Mi único miedo será despertar y que no este. Entonces volveré a dormir para soñarla y poder abrazarla.

Y ahora querido diario te voy a decir la verdad más grande de todas.

No he estado soñando. Todo lo que te he relatado ha sucedido. Pero con una diferencia. La realidad siempre superará la ficción y quererla de verdad, es el mejor de mis sueños.

Soñarte, Dormir

No puedo dormir. Estoy cansado, los ojos me pesan, las piernas me flojean y mi cabeza no hace más que dar vueltas. Y no puedo conciliar el sueño.

Me has marcado. Recordar este fin de semana, contigo a mi lado hace que se me valla el sueño. Y ahora mismo es lo que más necesito. Dormir, porque no estas a mi lado, y la única forma de tenerte es soñarte. Como cada día, soñar contigo nos une en aquel universo pararelo.


Despertar me asusta, porque se que no vas a estar a mi lado. Despertar es perder el equilibrio y caer en la sin razón que eres para mi. Por eso no duermo, porque así evito el dolor de despertar.

Acurrucarme contigo, dormir abrazado a ti y notar tu corazón latiendo despacio es algo que enamora. Es la droga más fuerte que pueda existir. Creas dependencia infinita. El hecho de haberte probado una sola vez hace que no se olvide tu presencia.

Intento relajarme y miro tus fotos. Lo único que consigo es caer en un pequeño círculo vicioso. Me desespero, quiero gritar, tirarme de los pelos. Pero el resultado de mi desesperación es cero. Tú sigues sin estar a mi lado.

Tirando de química y de farmacia. Consigo dormir, es lo único que me alivia.

Duermo, sueño, despierto y vuelvo a dormir. Mi cama sigue vacía. Pero se que tú siempre estarás ahí.

Cuando el día se encuentra con la noche

Cuando el día se encuentra con la noche surgen en el cielo preciosas estampas dignas de ser admiradas. Como una acuarela los colores se funden y el cielo se transforma en una diapositiva de la cual no te quisieras desprender. Aquí os dejo el enlace con la página:

Cuando el día se encuentra con la noche

Vía Alt 1040

Fin de semana

Este fin de semana he estado ausente, un paraíso cercano nos ha acogido.

Hoy me he levantado pronto, muy pronto. Empapado en sudor despierto a la vida y he empezado a recordar todo lo vivido. Quizá fuera un sueño...

El fin de semana, se ha pasado rápido, muy rápido. Como siempre cuando estoy contigo. Gracias, a que tenía la cámara puedo dar fe de que lo que recuerdo, ha sido verdad. La boda, la que nos sirvió de escusa para empezar a ser felices, se ha hecho realidad. Y ha sido mejor de lo que podría haber imaginado.

Eres la mejor. Has tenido que conocer a mi familia, has tenido que conocer a mis amigos. Pero lo has aguantado todo. Y eso me ha llenado de alegría. El simple hecho de que estuvieras allí conmigo, me hace muy feliz.

Entre copas, comida y risas. Pasamos estos días. Risas entre tu y yo, risas complices que sólo comprendemos los dos. Risas de las que nos acordamos parcialmente. Y risas que me hacen estar aun más convecido, si cabe, de que eres la mujer de mi vida.

Reviso las fotos y te miro embobado al ver que eras la más guapa de la boda (que me perdone la novia). Las miro una y otra vez, los que han visto las fotos siempre dicen lo mismo. Que íbamos guapísimos. Y que hacemos una pareja perfecta (como siempre).

Nuestro primer compromiso juntos. Espero que sea el primero de muchos más.

Premios 20minutos

Será una tontería, quizá no tenga ninguna importancia pero todas las noticias relacionadas con este pequeño espacio en internet me alegran sobremanera.

Todas las felicitaciones. Todos los comentarios de gente tanto conocida como anónima, me ilusionan. Siempre me creí un escritor frustrado que no alcanzaba más que desarrollar sobre la pantalla un par de líneas. Pero que te feliciten es lo mejor que puedes esperar.

Hace poco (ayer), recibí la noticia. Este pequeño espacio ha sido admitido en los premios blog 20minutos, en la categoría de Personales. Quizá el mayor acontecimiento blogger del mundo hispano. Y eso es una alegría enorme para mí. Sólo con estar, sólo por participar merece la pena.

Seguramente no ganaré nada. Evidentemente, participan blog con mucho tiempo de desarrollo y con una altísima calidad. Pero bueno todo es posible. En estos momentos me siento capaz de todo.

Me imagino levantando el premio delante de todos los blogueros que sigo habitualmente y eso me hace ilusión.

Si ganó se lo dedicaré a la única persona que quiero que me acompañé para siempre porque escribo para ella. Porque sólo me importa que le guste a esa persona y porque me inspiro en los momentos que vivimos juntos.

Si no es molestia. Podríais votarme (a partir de 15 de Julio):

Jugandoconlasuerte

Una canción de amor.

Existen canciones que hablan de amor, muchas. Hay una en particular que me encanta, que tarareo sin parar. Antes la verdad pasaba absolutamente de ese tipo de música. Pero de un tiempo a esta parte es la que más me gusta.

Al igual que existen canciones de amor, existen no menos de desamor. Y esas me entristecen, las escucho y me quedo desplomado.

El estado en el que me encuentro en estos momentos, podría describirse en la más bonita de las canciones de amor. Y aún así, jamás igualaría el amor que siento por tí.

Escribir para mí, es crear. Y crear es intentar expresar los sentimientos. Es una pena que sea un escritor mediocre. No podré igualar lo que siento por tí aunque escriba miles de páginas. Eres el amor de mi vida, y mi vida, la quisiera compartir contigo.

Nunca sentí esto por nadie. Y creo que si algo nos pasara no volvería a sentirlo. Has dejado huella en mi, y eso es inolvidable. Aunque algo malo pasará me gustaría que supieras que siempre te querré.

Te quiero. Y espero que todo siga siendo como en una de mis ahora, canciones favoritas que hablan de amor.

Haciendo Cáculos....

Hoy al levantarme mi pecho me advertía que algo no andaba bien. Un dolor punzante me indicaba que mi pequeño vicio me estaba matando, poco a poco, en silencio como siempre lo suele hacer. En fin, esta advertencia es una de tantas así que creo que hoy también voy a pasar.

Despierto como siempre tarde, que suerte tengo de trabajar en el turno de tarde. Empapado en sudor despierto. Miró la hora y con asombro me doy cuenta que son la 13:00. Buffffffffffff.... y con todo lo que tenía que hacer.

Como todos los días desde hace tres meses, un pensamiento asalta mi cabeza. ¿Qué estarás haciendo ahora?, ¿Cómo te encuentras?, ¿Me hechas de menos?, ¿Eres feliz?. Siempre lo mismo, levanto la persiana de mi habitación y veo que el calor sale desesperado a través de esta, pienso,
sigo pensando y recuerdo que has trabajado toda la noche. Lo más probable es que estés durmiendo. No te quiero molestar.

Hago cálculos mentales, de un chico de letras, y las cuentas no me salen. Mañana hacen tres meses, como pasa el tiempo. Tres meses contigo, juntos. Tres meses que los podría contabilizar como los tres meses más felices de mi vida. Y los tres meses en los que no cambiaría ni un segundo de lo vivido contigo.

Sigo haciendo cálculos, y en nuestras ecuación ya se han despejado las incógnitas. X, Y, Z; han dejado de ser un problema, y pasan a ser soluciones. Las dos partes de la ecuación casan a la perfección, y quisiera que fuera así para siempre.

Quisiera también tener una casita orientada al sur, un coche rojo con un caballo en la parrilla y tener en el banco una cifra que no entrarán los números, quisiera vivir sólo de este pequeño rincón en internet, haciendo lo que me gusta realmente....Quisiera, montones de cosas.

Aunque ahora reflexiono sobre lo dicho y pienso que todo eso es secundario. Lo único que quiero realmente es que tú me quieras, y que lo nuestro no acabe nunca. Sólo te quiero a ti.

Poder mirarte de cerca, abrazarte y besarte es el deseo que siempre pedí ( a no se quién). Deseo que nuestros besos sean estrellas. Esas estrellas que nos iluminan en las noches de verano.

Sin móvil

No se si alguna vez os ha pasado, pero creo que es una de las situaciones más angustiosas que ultimamente he vivido. Así dicho va a parecer algo grave, en el momento lo era, pero pensándolo fríamente no es para tanto.

Digamos que la tarde de ayer, 29 de Junio, mi móvil se puso en huelga general. Y como piquete principal la tarjeta SIM. De golpe, así sin avisar, dejo de tener cobertura. Y yo me quedé con cara de tonto. Al principio pensé que quizá era normal, que estaba en un sitio que no tenía cobertura, como el hospital donde paso horas y horas del día.

Al llegar a casa, mis malos presagios se hacían realidad, las nuevas tecnologías se han revelado contra mi. Mi móvil ha muerto.

La verdad es que utilizo el móvil relativamente poco, comparado con otros, nada. Pero la sensación de: "Y si me están llamando", "Y si me manda un SMS", "y su tú, amor me dices la cosa más bonita del mundo y no la recibo en el momento preciso". Los nervios me mataban, una sensación de impotencia me invadió.

Como un loco llame a Orange para solucionar el problema. No voy a dar mi opinión, sólo diré que el tío me vacilo., y de mala manera además.

Por suerte, hoy ya lo he arreglado gracias a una observadora empleada. Que al ver la foto que tengo como salvapantallas me dijo: "Es tu novia, pues hacéis una pareja genial". Bien por ella, puede ser la persona número 3000 que nos lo ha dicho. Yo también lo creo, y por eso nuestro proyecto más a corto plazo empieza a tener forma. Hoy empezamos con ello. Suerte y al toro.

Al recibir mi pequeña fuente de comunicación ya operativa, me dí cuenta con desilusión, que todas las llamadas que creía que iba a recibir y los miles de SMS que tenía que tener esperando para que los leyera, no existían. No había nada. Pero bueno, me consuelo mirando la foto de los dos juntos.