Como cada mañana aquel joven de ojos tristes, se acercaba a la orilla de la playa. No importa donde, no importa el lugar. Sólo estaba él y la playa infinita que se perdía al horizonte. Cada mañana el mismo ritual. Aparecía como de la nada, antes incluso que las familias invadieran su espacio. Aparecía se descalzaba sus sandalias y con el placer de pisar la arena fría por el alba andaba hacia la orilla. Allí permanecía, como recordando tiempos mejores, tiempos felices. Esperaba y esperaba no se a qué, pero allí estaba cada mañana.

Lo descubrí por casualidad. Sin saber muy bien porque algo en el me atrajo. No podía dejar de mirar a aquel joven, solo, triste, mirando al horizonte. Esperaba hasta que aparecía los primeros bañistas madrugadores. Entonces, igual que llegaba se iba. Despacio, tranquilo, pero esta vez con una lágrima en los ojos.
Todos los días yo madrugaba a propósito y desde la terraza de mi habitación observaba la arena, y día tras día se repetía la historia.
Decidido por la incertidumbre, me arme de valor y decidí esperarle a la misma hora de siempre, en ese mismo lugar. Bajé las escaleras de mi hotel media hora antes del encuentro. Cada minuto que pasaba estaba un poco más nervioso. No sabía como podía reaccionar el extraño.
Apareció como de la nada. No podía apartar la vista de él. Pero el extraño no se percató de mi presencia e hizo caso omiso hacía mí. Siguió su ritual y se dirigió hacia la orilla.
Decidido me acerque a él. Cuando quedaban 3 metros para llegar a su altura, se giro. Y me percaté de que dos lágrimas de dolor caían por sendas mejillas.
- ¿Qué es lo que quieres?. Me dijo en tono neutral
- Perdona, no te quiero molestar, pero tengo un dolor en el pecho, una curiosidad incesante por saber. Te vi un día de pura casualidad, no podía dejar de mirarte y necesito saber. ¿Por qué de tu ritual diario?.
Me miro fijamente, y sonrió con escepticismo.
- Tú me ves.....
- Sí, claro. Respondí perplejo.
- Te contaré mi historia, prometeme que no te vas a reír. O que por lo menos vas a creer una pequeña parte de lo que te cuente.
Tosió un par de veces y empezó.
- Tú me ves, es raro, poca gente es capaz de ello. La verdad es que yo no estoy aquí. Estoy muerto, me ahogué en esta playa, en este punto hace más de 2 años.
Le miraba con cara de sorpresa, no esperaba por nada aquella respuesta.
- No lo crees... no te has percatado que no tengo pies. Que mi cuerpo no toca con la arena. Intenta tocarme, verás lo que pasa.
Palidecí al hacerlo. Mi mano atravesó su abdomen sin ninguna dificultad. Y la sensación de aquello no lo podré describir jamás. Un frío tremendo me recorrió en cuerpo. Desde la nuca hasta los pies. Notaba mi corazón a mil, y no podía articular palabra alguna.
- ¿Quieres saber que hago aquí todas las mañanas?. Dijo al fin.
- Sí, por favor.
- Yo estoy muerto. Pero lo estoy por una persona. La persona que más he querido en esta vida. Ella se ahogaba, no sabía nadar muy bien, pero estábamos de vacaciones y el mar la traicionó. Una ola apareció derepente y la trago. Sin pensarlo un momento, yo salte a rescatarla. Y lo hice, pero yo caí atrapado por el mar.
No podía creer lo que me estaba pasando. Estaba hablando con el espíritu de un muerto. El continuó su relato.
- Y aquí estoy desde hace 2 años. Dos años, en los que ella prometió volver algún día, para no olvidarme jamás. La estoy esperando desde entonces y aquí seguiré.

Le miraba perplejo por lo que acababa de escuchar. Miraba a todos los lados intentando ver que no estaba soñando. Entonces, observé a una joven bellísima, que se acercaba por el paseo. Con lágrimas en los ojos. Hizo el mismo ritual que el extraño. Se descalzó y atravesó la arena todavía fría con ligereza. Llegó a la orilla y se desplomó. Apoyó las rodillas con fuerza, dobló la espalda y comenzó a llorar.
El extraño clavó su mirada en ella. Y entonces me dijo: "Es ella, sabía que no podía haberse olvidado de mí".
Se acercó a ella, y la abrazó. Su espíritu y el cuerpo de ella quedaron fundidos en uno. Creo que ella lo notó. Porque cesaron sus lágrimas.
Gritó en dirección a la playa: "Perdoname"
He visto y escrito muchas historias de amor. Pero esta la soñé anoche, o en realidad.....¿No era un sueño?