martes, 24 de marzo de 2009

Una noche feliz

El día de hoy pasa tranquilo, busco la inspiración para actualizar mi, poco a poco, reconocido blog. No llega, buscar la inspiración es una tontería, llega cuando tiene que llegar. En el momento más inoportuno, cuando no tienes nada para escribir.

Me planto delante del ordenador intentando distraerme. Paso por varias de mis cuentas en redes sociales. Empiezo por Facebook, definitivamente no entenderé jamás como funciona. Continuó por Tuenti, el que más me gusta, seguramente por ser el más fácil de utilizar.

Se abre la famosa ventana con el característico logo. Una barra empieza a crecer hasta llegar al 100%.

En la cabecera de inicio algo llama mi atención. La piel se me eriza y me falta el aire.

Hace tanto que no te veo, hace tanto que no se de tí, tanto, que se me olvidó olvidarte. Se me olvidó como eras, se me olvidó quererte.

"3 fotos subidas"; tres fotos en blanco y negro, tres fotos de tí; primerísimos planos de tu perfecta cara. Seguramente te aburrías, las hiciste para pasar el rato. Creeme ha sido un tiempo bien aprovechado.

Rememoro el pasado, cuando trabajábamos juntos, codo con codo. Apareció una chispa entre los dos que duraría para siempre. Todos nos lo decían. Aquellas interminables noches de hospital en las que tu dormías, y yo, no podía dejar de admirarte.

Mi asquerosa vergüenza, esa que me limita para ser feliz, hizo contenerme hasta el último día.

Ese preciso 30 de Septiembre, en el que yo envuelto en un traje de nervios fuí por una vez feliz. Tú aceptaste deseosa de que no hubiera sido más valiente. Pero como en todas las historias bellas siempre algo que las estropea. Tú partías rumbo a Europa en las próximas horas.

He de reconocer que esa última noche fue la mejor de mi vida. Te hice una promesa: "Ir a buscarte".

Al mes exacto de tu marcha, un paquete llego a mi casa. Era un libro, Poemas de amor y de guerra, de Miguel Hernández, me conocías mejor de lo que yo creía. Inspeccionándolo observó unos versos subrayados:

"Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré."

Recuerdo siempre la promesa que te hice, pero hoy eres tú la que me ha encontrado a mí, con esas tres pequeñas fotos, que han rememorado una noche feliz

No hay comentarios:

Publicar un comentario