La verdad que no me siento en la obligación de escribir, nunca la he tenido. No cobro nada por ello, no tengo obligaciones de escribir y actualizar el blog porque un editor me presione. Por eso, creo que escribo sintiendo lo que reflejo en el papel (o en la pantalla). Y eso, al final, se nota.

No se si será el verano que asoma con intenso calor o este estado de enamoramiento perpetuo que me invade. Lo que se, es que ciertas historias las plasmo con todo mi corazón, con un objetivo. Plasmar nuestra historia, y que la gente la lea, es un regalo que día a día te quiero hacer.
Como dije en mi primer post, empieza una vida, ya llevo más de 6 meses y ahora con más ganas que al principio. Por que hablo de ti, eres mi único pensamiento y que te guste el mejor de mis sueños.
Escribir de ti y para ti, es abrazarte en la distancia. Es quererte sin tocarte y besarte sin labios.
No dudes de que te quiero. Este pequeño rincón así lo reflejará. Y quedará grabado para siempre.
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