Días antes de la noche más larga del año, San Juan, teníamos que desplazarnos a un centro comercial para realizar unas compras para nuestro primer compromiso juntos. El compromiso que nos sirvió de escusa para dar el salto, y zambullirnos en el amor. Porque contigo he aprendido lo que significa esa palabra "amor". Muchos la utilizan, pero no saben lo que es.
Aparcamos tu coche, y sin que me diera cuenta, me engañaste para que abriera la guantera. Allí estaba, envuelto en papel de regalo, papel de ilusión y papel de sorpresa. Al principio he de reconocer que no me dí cuenta. Pero al mirar durante 3 segundos el paquete, una sonrisa empezó a asomar en mis labios, esa sonrisa que tu y yo conocemos. La sonrisa de enamorado ó sonrisita de tontos.

Algo me lleno de nervios y de impaciencia a la vez. Me moría de ganas por besarte, el primer regalo recibido de ti. Me entro el tembleque tipo Parkinson y no atinaba a abrir el papel. Cuando por fin lo hice...Vi que me conocías realmente, era lo que quería. Y por supuesto, no me lo esperaba.
Quiero terminar el libro que tengo ahora, pero pronto empezaré con este. Y lo leeré con el doble ó el triple de pasión. Porque proviene de ti.
Ahora quiero que sepas, que las historias de los libros no se pueden comparar con lo que estamos viviendo. Y que la mejor historia de mi vida arrancó hace casi 3 meses. Si alguien con talento supiera describirla minimamente, sería la mejor historia de amor jamás contada.