domingo, 18 de enero de 2009

Futbolero

Futbolero, aficionado, apasionado; son sinónimos que crean un vínculo hacia un deporte que se vive con pasión. El futbolero disfruta viendo y sintiendo el fútbol. Que le duele cuando su equipo pierde, pero que reconoce los errores, que critica, que le grita a la televisión pidiendo una falta que no existe.

Todo empieza y acaba cuando la pelota entra en la portería. Pero a veces cuanto se sufre para este fin. Sin ninguna duda la esencia del fútbol se describe en los goles de cabeza. Regate, velocidad, centro al área, remate y gol. Precioso. Por eso, nos colocamos en el sofá, con una cervecita, un bol de patatas fritas y a disfrutar. Con el carrusel de fondo, por supuesto. Los Domingos, vistos así pueden ser los mejores días, aunque el Lunes tengas que volver al duro trabajo.

Otros deportes pueden ser igual de bonitos, pero la pasión del fútbol no tiene comparación. O que alguien me diga que no disfrutó cuando España ganó la Eurocopa. Que momento. Todavía me acuerdo y se me eriza la piel.

Como ya he dicho el futbolero es un ser especial, pero entrañable a la vez, ríe, llora, canta, grita, discute; pero lo más importante es que lo hace con serenidad. No se va a la puerta del estadio en cuestión a pegarse con nadie. Esos son locos y hacen que el fútbol deje de ser menos bello.

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