jueves, 15 de enero de 2009

Terrorismo casero

Rondan la una de la madrugada. Una calle normal, en un barrio obrero de Madrid. Niebla, hay que ir con cuidado por la calle. Un edificio cualquiera tiene una única luz encendida. Se escuchan gritos, los transeúntes miran hacia la luz y siguen su camino.

-Tú eres la culpable de todo, tú y sólo tú

-No, no por Dios...no me hagas daño, no he hecho nada.

-Como que no, pedazo de zorra

-Si te he dejado todo preparado para cuando llegaras del bar. Tienes la mesa puesta, la cena preparada, y... y.... mierda.

-Si, mierda, ya sabes lo que falta, el vino. Y sabes lo que te espera.

-No por Dios, acuerdate de la última vez, casi me matas

-Por eso...casi, te tenia que haber matado.

Cogió el cinturón, dudó. No, esta vez su crimen fue mucho mayor, por tanto el castigo debe ser mayor. El martillo.

Empezó a golpearla con saña, los ojos inyectados en sangre determinaban que la agonía seria larga. Primero sobre el pecho, se revolvía. Dos martillazos en las piernas evitarían eso. Siguió y siguió. El ultimo golpe sobre la cabeza.

Que feliz se sentía, estaba cumpliendo su deber como marido. Se cansó. El tabaco no le hacia bien.

La dejó tirada como un perro, sangraba por los oídos. Su hija pequeña lloraba desconsolada en su habitación. Le dio igual. Volvió a la mesa y cenó tranquilamente. Se fue a dormir, no sin antes escupir sobre ella.

A la mañana siguiente una voz le despertó. Su hija de 3 años llamaba desconsolada a su madre, que yacía en el suelo tal y como la dejo por la noche.

-MAMA, MAMA... . Lloraba.

Él quedó paralizado; había visto eso mucha veces pero nunca con tanta sangre. Ahora se arrepentía.

Llamó a la vecina que le comprendía. Esta llamó a la policía, como tantas veces había hecho.


MUERTA

La policía se lleva al terrorista.

Hoy la vecina que consintió tanto, sale en todas las televisiones, diciendo que si que discutían mucho, pero que "eran cosas de pareja". Todos la vemos como la que pudo evitar un crimen.

PD: Esta historia es totalmente inventada. Quisiera homenajear a una paciente que tuvimos hace tiempo. Ella si salió de ese infierno. Gracias a Dios.

Si conoces algún caso contacta con el 016. No es una broma

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